Qué ver en Lisboa

Al igual que muchas otras capitales europeas, Lisboa se caracteriza por poseer un enorme patrimonio artístico e histórico, que se cristaliza a través de una gran variedad de museos y monumentos que son vías para conocer un poco más en profundidad el pasado de la ciudad, y también del continente europeo. Por otra parte, su clima es realmente espectacular, con muchos días soleados durante todo el año, con lo cual la visita es placentera en cualquier momento.

Si bien son muchas las atracciones, aquí intentaremos hacer un resumen para que el turista tenga en cuenta cuáles son los sitios que no debería dejar de visitar. Por lo pronto, ten en cuenta que la mayor parte de los monumentos y edificios se hallan en el centro histórico de la ciudad, cuyos barrios más populares son: Baixa, Chiado, Bairro Alto, Bélem y Príncipe Real. Saliendo de Lisboa hay otros lugares de interés como Sintra, Cascais y Óbidos, pero primero veamos que es lo mejor que puedes encontrar en la capital portuguesa.

Museos, monumentos y demás

Te sugerimos comenzar el recorrido por uno de los edificios emblemáticos de esta ciudad, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983: el Monasterio de los Jerónimos, construido entre los siglos XV y XVI con un estilo claramente manuelino con el fin de celebrar el retorno triunfal de Vasco da Gama de la India. Su iglesia presenta una forma muy peculiar, con 6 columnas talladas que parecen interminables, y se destaca sobre todo su claustro, por sus enormes dimensiones, y porque alberga las tumbas de algunos de los personajes más famosos de Portugal, como el mismísimo Vasco da Gama, el poeta Fernando Pessoa o figuras reales como el Rey Manuel o el Rey Sebastião.

A un lado del monasterio se ubica el Museo de Arqueología de Lisboa, que contiene la colección arqueológica más grande del país, y comprende las épocas entre el Paleolítico y la Edad Media. Entre otros objetos puedes ver piedras, oro, monedas y vasijas de distintas civilizaciones, donde sobresalen las de Egipto y el Islam, que muestran momias reales de personas y animales y muchas fotografías antiguas. Por allí cerca deberías visitar la famosa Torre de Bélem, también considerada como Patrimonio de la Humanidad. Fue edificada en el siglo XV con estilo manuelino, y antiguamente se utilizaba para la defensa de la ciudad. Más tarde ofició como centro aduanero y como faro. Tiene cinco plantas comunicadas sólo por una escalera caracol, y termina en una terraza. En la planta baja puedes ver muchos cañones defensivos y los huecos por donde arrojaban a los prisioneros. Lo más curioso es la gárgola de un rinoceronte que se encuentra en la fachada oeste.

Torre de Belem

Si continúas transitando por esta zona accederás a otro punto de gran interés turístico, el Monumento a los Descubrimientos, de 52 m de altura. Fue erigido en 1960 para celebrar el 500 aniversario de uno de los grandes descubridores portugueses, Henrique el Navegante, y tiene un grupo escultórico con forma de punta de carabela donde aparecen varios personajes involucrados en la historia del país. Deberías subir hacia lo más alto del monumento, ya que allí hay un precioso mirador que te dará una increíble vista panorámica de todo Bélem. Además hay un mosaico de mármol al pie de la construcción que representa una rosa de los vientos de 50 m de diámetro. En Belém está también el atractivo Museo Dos Coches, donde se aloja una gran colección de carruajes pertenecientes a los siglos XVII, XVIII y XIX. Dentro de los más importantes se halla el que fue utilizado por Felipe III de España y tres carrozas del barroco italiano que eran propiedad del Papa Clemente XI. Hay también algunos retratos y objetos propios de la época.

Salir por la noche

Si estás buscando por dónde salir, especialmente de noche, te aconsejamos que vayas para el Barrio Alto, barrio residencial que es bastante tranquilo durante el día pero que se transforma al caer el sol, donde se observan grandes grupos de jóvenes y adultos recorriendo los muchos bares de la zona. También hay muchos restaurantes, pero ve con mapa porque está plagado de calles ciegas y recovecos, con lo cual es fácil perderse. Deberías visitar asimismo la Praça Luis de Camoes y el Jardim de São Pedro de Alcantara, donde está uno de los mejores miradores de la ciudad. La mayoría de los barres cierran a eso de las 2 de la madrugada, pero si aún quieres continuar con la noche puedes dirigirte a Cais do Sodré, el sitio donde hallarás varias discotecas y lugares para comer de madrugada.

Barrio Alto

Otro barrio muy tradicional es Chiado, que tuvo que ser reconstruido en agosto de 1988 tras un terrible incendio, y hoy es uno de los lugares más concurridos dentro de Lisboa. Es casi obligada la visita al histórico Café A Brasileira, inaugurado en 1905 y conocido principalmente por la estatua de Fernando Pessoa en su terraza, sitio donde la mayoría de los turistas eligen sacarse la clásica foto. En su interior posee unos hermosos tallados de madera; es recomendable pedir el café en la barra, ya que es más económico, o degustar alguno de los típicos pastéis de nata o las tapas. Otros sitios destacados son el Museo de Chiado, el Teatro Nacional de São Carlos y el Convento do Carmo. Éste último tiene una de las mejores vistas sobre el centro de la ciudad y hoy día funciona allí un museo arqueológico.

Más lugares de interés

Entre este barrio y La Baixa está el imponente Elevador de Santa Justa, cuyo autor es un arquitecto portugués que fue discípulo de Eiffel. Fue uno de los pocos monumentos de la Era Industrial y actualmente es uno de los pocos elementos góticos que se conservan. Sirve para conectar la Rua du Ouro con la plaza de la Igreja do Carmo. En su piso superior hay un café que otorga una espectacular vista de 360 grados sobre la ciudad. Otro monumento de relevancia es el Castillo de San Jorge, situado al tope de la colina del centro histórico, con lo cual tiene una preciosa vista sobre el Río Tajo. Cuenta con casi 6000 metros cuadrados, garitas, fosos, un patio y 10 torres; en sus alrededores está el Olisipónia, que contiene un café y un centro de exhibición multimedia.

Elevador de Santa Justa

En el barrio de la Baixa, en plena zona céntrica se halla el renombrado MUDE, Museo del Diseño y de la Moda, cuya colección muestra claramente la evolución de la moda durante el último siglo, pero también es posible observar las nuevas tendencias dentro del diseño del siglo XXI y algunas figuras muy conocidas del ambiente como Philippe Starck o Arne Jacobsen. Si quieres interiorizarte acerca de la arquitectura más moderna de Lisboa, visita el Parque de las Naciones, una antigua área industrial que se ha transformado en un lugar de encuentro para empresas y turistas. Su estilo se inspira en temas marítimos y marinos, y posee muchos centros comerciales y de esparcimiento en los alrededores. Y si te gusta la naturaleza, tendrías que ir al Oceanario de Lisboa, el segundo acuario más grande de toda Europa que alberga más de 8000 especies marinas como tiburones, medusas y rayas entre otras. Es ideal para ir con los niños. Desde el Parque también puedes hacer un paseo en bicicleta hasta el famoso Puente Vasco da Gama,  el más largo del continente con 17,2 kilómetros de largo, y se construyó en 1998 para tener una alternativa al Puente 25 de abril, hasta ese entonces la única vía para cruzar del norte al sur de Portugal.

Al aire libre

En cuanto a las plazas y espacios al aire libre, podemos mencionar la Plaza del Rossio, considerada como el centro neurálgico de la ciudad y, de por sí, la zona más animada ya que en sus alrededores hay muchas tiendas, bares y restaurantes. Además podrás ver algunos puntos de atracción turística como la Estatua D. Pedro IV, conocido como el Rey Soldado, el Teatro Nacional Doña María II, que reemplazó en 1842 al Palacio Estaus, sede de la inquisición portuguesa o el Café Nicola, uno de los más famosos de Lisboa por su fachada art déco y su historia. Sin embargo, la plaza más importante es la Plaza del Comercio, que en la antigüedad era la puerta de la ciudad, y el sitio donde llegaban los barcos mercantes. Al norte de la plaza está el Arco Triunfal da Rua Augusta, diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho con el fin de festejar la reconstrucción de la ciudad tras un gran terremoto. Y, por último, mencionaremos la Plaza Marqués de Pombal, que sería el centro de la Lisboa moderna. En su centro está el monumento al Marqués de Pombal, quien fuera gobernador de la ciudad entre 1750 y 1777, y está rodeada por sedes de importantes empresas, grandes bancos y lujosos hoteles.

Plaza del Comercio

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