Qué visitar en Londres

Cuando llega el momento de elegir dónde pasaremos nuestras vacaciones, comienzan a surgir en nuestra cabeza infinidad de lugares diferentes, cada uno con sus peculiaridades y atractivos. Si aún no te has decidido por un sitio, pero tienes el plan de realizar un viaje por el continente europeo, uno de los destinos que te podemos recomendar como casi imperdible es indudablemente Londres, la capital del Reino Unido.

En esta ciudad hay atracciones para todos los gustos y bolsillos, y de hecho muchas de las más importantes tienen la ventaja de ser totalmente gratuitas, como es el caso de algunos de los museos más destacados. Es francamente asombroso el patrimonio cultural, artístico e histórico que se concentra en Londres, desde increíbles monumentos hasta algunas de las galerías de arte más renombradas del Viejo Continente, pasando por antiguos puentes y palacios, y calles llenas de magia que remiten a épocas como la Edad Media o la época victoriana.

Si buscas un alojamiento puedes consultar Wuking, tiene mucho donde escoger; un ejemplo de apartamento es Studio 20.22, para dos personas por 58 euros la noche, dispone de internet y tiene cerca bocas de metro. Muchos de estos apartartamentos de Londres cuentan además con la ventaja de encontrarse muy cerca de algunos de los monumentos o museos que pasamos a descibrir a continuación. En caso de no encontrar ninguno que se ajuste a una distancia pequeña de estos lugares, ten presente que el  metro es muy buen medio de transporte para moverte por la capital inglesa, así que el hecho de disponer de una boca de metro cercana será suficiente para ayudarnos a recorrer todos los puntos de interés que queremos visitar.

El Parlamento

Es realmente una tarea complicada intentar recomendarte cuáles son los mejores lugares para ver aquí, porque en sí toda la ciudad es fantástica, y cada rincón tiene su encanto, pero ciertamente algunos de ellos son de visita casi obligada. Si te interesa  sobre todo la parte histórica de Londres, un buen puntapié inicial podría ser por ejemplo el legendario Palacio de Westminster, un imponente edificio gótico de estilo victoriano donde se ubican las 2 cámaras que conforman el Parlamento Británico, y que debió ser reconstruido en 1847 tras un feroz incendio que lo destruyó por completo en 1834.

Parlamento británico

El nuevo palacio tiene cerca de 1200 habitaciones, más de 3 kilómetros y medio de pasillos y unos hermosos pináculos dorados que se reflejan en el río al igual que las majestuosas estatuas de los reyes. A un costado se erige la imponente torre Victoria Tower, que contiene todas las leyes del Parlamento desde 1497, y al otro la famosa Torre del Big Ben, un auténtico símbolo londinense. Es un edificio de 106 metros de altura de estilo gótico y tiene cuatro enormes relojes ubicados en sus caras. El mítico Big Ben no es otra cosa que una campana gigante de 14 toneladas al interior de la torre, y este reloj se ha transformado en uno de los más confiables del mundo, sobreviviendo incluso a los bombardeos alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

Abadía de Westminster

Muy cerquita de allí se encuentra la imponente Abadía de Westminster, el templo más famoso de la ciudad, es la sede donde se realizan las coronaciones reales, además de contener los mausoleos de los monarcas y figuras históricas de la realeza británica de los últimos mil años. Fue construida de acuerdo al estilo románico en 1065, y restaurada entre 1245 y 1517 con estilo gótico, aunque su mayor transformación ocurrió en el siglo XVII. Hay que resaltar que la abadía se salvó de la destrucción por estar bajo el amparo de la Corona de Inglaterra, sin injerencia directa de la Iglesia.

Abadía de Westminster

En su interior podemos ver algunos sitios ciertamente interesantes, como la capilla Lady Chapel, que posee un espectacular techo, el llamado rincón de los poetas, donde yacen los restos de artistas como Shakespeare, Dickens, Chaucer o Kipling, el trono de San Eduardo, utilizado para las coronaciones reales, o el parque Collage Garden, que tiene 900 años de antigüedad. Todos estos elementos justifican con creces el abultado precio que cuesta la entrada al lugar, porque estarás frente a una auténtica gema arquitectónica inglesa.

El hogar de la reina

Por supuesto no podemos dejar de lado al célebre Palacio de Buckingham, residencia oficial de la Familia Real Británica desde el año 1837. Fue construida en 1703 y adquirida en 1762 por el Rey Jorge III para oficiar de residencia privada, y desde entonces ha sufrido diversas remodelaciones y ampliaciones. Lo notable es que pudo sobrevivir dignamente a los sucesivos bombardeos que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Debes tener en cuenta que sólo se puede visitar  entre los meses de agosto y septiembre, pero a lo largo de todo el año puedes disfrutar del famoso Cambio de Guardia, ceremonia en la que los guardias de seguridad del edificio son relevados con acompañamiento de una banda musical militar.

Buckingham

Prisión medieval

Si te gustan las leyendas y todo lo relativo a la tradición oral, no te pierdas de ir a la Torre de Londres, que durante casi mil años fue emparentada con el terror porque allí se encerraba a todo aquel que ofendiera de algún modo a los monarcas, y se les aplicaban toda clase de torturas y vejaciones. Uno de los prisioneros más famosos fue la reina consorte Ana Bolena, y hubo otros miembros de la nobleza y del clero que corrieron igual suerte. Al interior de la torre hay varios edificios que vale la pena conocer, como las Joyas de la Corona, un conjunto de coronas, espadas y cetros de valor incalculable, la Torre Blanca, el edificio más antiguo, que funcionó como residencia real, armería y prisión, o el imponente Palacio Medieval, que también sirvió de hogar a la realeza británica, y aún hoy conserva algunos mobiliarios que denotan el lujo en el que se vivía en esos tiempos.

Torre de Londres

St Paul

Otro punto de gran atracción turística es la impresionante Catedral de San Pablo, la segunda más grande del mundo luego de la Basílica de San Pedro en Roma. Fue edificada en el año 604, y luego tuvo que ser reconstruida tras el fuerte incendio de 1666 hasta obtener su actual forma en 1710. Aquí  tuvieron lugar importantes acontecimientos como el funeral de Winston Churchill o la boda de Lady Di con el príncipe Carlos. Sobresale en su interior la preciosa decoración, en especial sus techos que poseen pinturas al fresco, aunque el gran atractivo es sin duda su cúpula, que tiene 3 galerías circulares.

Catedral de St Paul

La primera de ellas es la Galería  de los Susurros, situada a 30 metros de altura y con una acústica increíble que permite distinguir el más mínimo sonido que se produzca. Casi 400 escalones más arriba se halla la Galería de Piedra, con hermosas vistas, si bien las mejores se pueden tener desde la Galería Dorada, que se encuentra a 95 metros de alto. Por otra parte en las entrañas del edificio se ha formado una enorme cripta en la que sobreviven algunos restos de los anteriores templos y de otros monumentos, y al subir a la cúpula deberás hacerlo con precaución, ya que el acceso no es del todo sencillo.

Tower Bridge

Uno de los símbolos de la ciudad es el puente levadizo de estilo victoriano llamado Tower Bridge, ubicado a un lado de la Torre de Londres. Su construcción nació de la necesidad de tener un nuevo paso que permitiera conectar las dos orillas del Río Támesis, y fue inaugurado en 1894 luego de 8 años de arduo trabajo. En 1982 se cubrieron sus pasarelas, y desde allí pasaron a formar parte de la exposición que nos muestra el interior del puente. Entre otras cosas podrás observar cómo era el antiguo sistema de elevación del mismo, y su evolución hacia el sistema eléctrico, o imágenes de otros puentes del mundo de similar importancia.

Tower Bridge

Pasea por sus calles

El punto de reunión más popular en Londres es indudablemente la plaza Picadilly Circus, que se destaca por su ubicación estratégica y por la gran oferta de entretenimiento en sus alrededores, donde hallarás numerosas tiendas, cines, teatros y restaurantes de toda clase. En cualquier momento del día está atestada de gente, pero te aconsejamos visitarla de noche por el hermoso espectáculo que ofrecen las luces de neón que la iluminan. Si estás con niños puedes ir al Trocadero, que es una gran sala de máquinas donde hay todo tipo de juegos.

Picadilly Circus

Otra plaza muy importante de la ciudad es la mítica Trafalgar Square, que vio la luz en 1830 como una forma de celebrar el triunfo de la armada británica en la Batalla de Trafalgar. Justo en el centro de la plaza se erige la imponente Columna de Nelson, una mole de granito que tiene casi 50 metros de altura y en cuya cima presenta una estatua del Almirante Nelson rodeada por cuatro enormes leones. Al norte se ubica la famosa National Gallery, en cuyo frente hay dos fuentes que se iluminan al llegar la noche, y a lo largo de la plaza hay otras estatuas de personajes célebres como George Washington. Este sitio es uno de los centros donde transcurre la vida social y política de esta ciudad.

Trafalgar Square

El teatro de Shakespeare

Para los amantes de la cultura y las artes les recomendamos visitar el fabuloso Shakespeare’s Globe Theatre, que es una reproducción del que fuera construido en 1599 donde el genial dramaturgo interpretó algunas de sus más famosas obras. Ese edificio original fue completamente destruido por un incendio en 1613, tras lo cual surgió un segundo teatro que finalmente fue demolido en 1644 debido a la falta de uso. Fue en el año 1997 que se inauguró el teatro actual, en el que se pueden disfrutar magníficas obras entre mayo y octubre, así como recorrer sus instalaciones para conocer un poco más de ese mágico mundo que inspiró al gran William.

Teatro de Shakespeare

Interior del teatro de Shakespeare