Alquiler de apartamentos en Cala Figuera

En una de las zonas más turísticas de Mallorca, al sureste de la isla, se encuentra Cala Figuera. Es uno de los destinos más demandados por los turistas que buscan altas temperaturas en verano y un clima suave y soleado durante los meses de más frío. Cala Figuera es una hermosa y cuidada zona de baño donde encontrar las aguas del Mediterráneo más limpias y cristalinas de las Islas Baleares. Las casitas blancas que rodean esta pequeña playa, la vegetación que se alza sobre las rocas y la tranquilidad que desprende este entorno natural, hace que muchos visitantes quieran alojarse aquí.

Y es que hay numerosos apartamentos, la mayoría con vistas al mar, que permitirán a los huéspedes disfrutar de unas vacaciones en una de las zonas más recomendadas para la comodidad y el confort deseados. Hay tiendas en las que encontrar todo tipo de productos y servicios y comercios de hostelería donde degustar la comida tradicional mallorquina. Además, Cala Figuera sirve como punto de partida para recorrer otras bellas playas cercanas como la Cala de Santany, la Cala d’Or o Portopetro. Pero sin duda unos de los principales atractivos para hacer una escapada a esta zona de la isla, es que se encuentra junto al Parque Natural Mondragó.

Paraíso natural

Junto a Cala Figuera hay varios parajes en los que ‘poder perderse’ si se quiere disfrutar de la naturaleza en estado puro: el Caló d’en Busques, el Caló d’en Boira y el Torrente des Homs. Éste último, es uno de los torrentes más extensos y resguardados del Mediterráneo. Con respecto a Caló d’en Busques, aquí se encuentra uno de los puertos dedicados a la pesca más destacados de las Baleares, protegido del fuerte oleaje por un gran dique. Esta es una de las zonas más recomendadas para pasear, observar las pintorescas embarcaciones y disfrutar de cómo el sol va desapareciendo bajo el mar.

Parque Natural Mondragó

Este gran espacio natural está junto a Cala Figuera y pertenece a Santanyí. Casi una octava parte del territorio es considerado de propiedad pública, mientras que el resto corresponde a campos para el cultivo de secano, parcelas o terrenos privados. Es uno de los parajes naturales más importantes de las Islas Baleares y fue considerado Parque Natural a principios de la década de los noventa. Una de las características de esta zona es que en ella se pueden encontrar pequeños refugios de piedra que se utilizaban como refugio de personas o animales y que en la isla se les conoce como ‘roter’.