Descansa un fin de semana en Lisboa

La capital portuguesa posee tantos atractivos diferentes que hacen que sea realmente difícil imaginarse que uno pueda recorrerla por completo en poco tiempo. Sus increíbles monumentos históricos, sus castillos y museos que contienen material más que valioso sobre las épocas pasadas, sus asombrosos parques y jardines y la variedad de sitios donde comer la transforman en un destino casi obligado si uno se encuentra de paseo por Europa.

En esta oportunidad intentaremos aconsejarte acerca de cómo lograr conocer lo máximo posible de Lisboa en apenas un fin de semana. De por sí es claro que deberás hospedarte en un apartamento, para poder aprovechar al máximo tu estadía y administrar tus tiempos de la mejor forma. Además, y como hemos visto anteriormente, los apartamentos cuentan con las mismas o mejores comodidades que las que puedes tener en un hotel, con la ventaja de que te brinda mayor libertad e independencia a la hora de elegir tus paseos y excursiones. En Wuking tienes muchos donde escoger y a buen precio; un ejemplo es el apartamento P. Europa - Lumiar por 35 euros la noche y situado muy cerca de la estación de tren, para ir al centro tendrás que coger transporte urbano.

Un fin de semana completo

Si tienes la posibilidad de llegar por ejemplo un viernes a la tarde y marchar el domingo también de tarde, tendrías que organizarte muy bien para que tu visita a la capital sea realmente provechosa y no te quedes con la espina clavada de no haber visto todo lo que deseabas. A tu llegada podrías dirigirte por ejemplo al barrio de La Baixa y pasar por la Plaza de los Restauradores donde verás el impresionante edificio del Hotel Edén. Allí nace la Avenida da Liberdade, la vía más importante de Lisboa, que finaliza en la hermosa Plaza del Marqués de Pombal, la entrada a la Lisboa moderna. En su centro está el monumento al Marqués de Pombal, quien fuera gobernador de la ciudad entre 1750 y 1777, y está rodeada por sedes de importantes empresas, grandes bancos y lujosos hoteles.

Plaza del Marqués de Pombal

A un lado aparece la magnífica Plaza del Rossio, el centro neurálgico de la ciudad y de por sí la zona más animada ya que en sus alrededores hay muchas tiendas, bares y restaurantes. Además podrás ver algunos puntos de atracción turística como la Estatua D. Pedro IV, conocido como el Rey Soldado, el Teatro Nacional Doña María II, que reemplazó en 1842 al Palacio Estaus, sede de la inquisición portuguesa o el Café Nicola, uno de los más famosos de Lisboa por su fachada Art Déco y su historia. Por allí cerca está la Plaza de Figueira, que deleita con sus casas abuhardilladas y nos brinda una linda vista del Castillo de San Jorge. Y si sales de allí y tomas la Rua Augusta llegarás a la que es quizás la más importante de todas: la Plaza de Comercio.

Plaza del Rossio

En la antigüedad esta plaza era la puerta de la ciudad, y el sitio donde llegaban los barcos mercantes. Al norte de la plaza está el Arco Triunfal da Rua Augusta, diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho con el fin de festejar la reconstrucción de la ciudad tras un gran terremoto. También podrás ver por allí la estatua ecuestre de José I, que fuera esculpida por Machado de Castro en 1775 y representa al rey que estaba en el poder cuando sucedió el terremoto. Si te cansas puedes tomarte el tranvía 12 para recorrer un poco más el barrio, donde encontrarás seguro un lugar para cenar y tomar un café o un trago antes de irte a la cama.

Arco Triunfal da Rua Augusta