Ruta por el Reino Unido

Luego de un estresante y agotador año laboral, llega el momento de planificar nuestras vacaciones. Sí, el tiempo del merecido descanso ha llegado al fin, y sólo nos queremos concentrar en escoger bien cuál será nuestro destino para disfrutar ese tiempo de la mejor manera. Si tienes el tiempo y el dinero suficientes para organizar un buen viaje a Europa, seguro que encontrarás algunos de los mejores sitios que hayas visto en tu vida, con atracciones de todo tipo, desde monumentos y museos de gran nivel hasta algunas de las playas más bonitas del mundo.

Y sin duda uno de los destinos más recomendables en este viaje es el Reino Unido, que es de los más visitados por los turistas de todo el globo año tras año. Obviamente, entre todos los lugares que puedes visitar allí, Londres es el que sobresale, por su magnífica arquitectura que conjuga elementos pertenecientes a diferentes épocas históricas, plasmada en edificios como la Abadía de Westminster o el Palacio de Buckingham, además de por sus parques, jardines y otros sitios de gran interés cultural. La segunda ciudad en importancia por su afluencia turística es Edimburgo, en Escocia, aunque también son dignas de ver  otras ciudades como Windsor, Oxford, Bath o Canterbury y algunos rastros de civilizaciones prehistóricas. En Gales se destacan sus espacios naturales fabulosos, y paisajes tanto de mar como de montaña.

Paisaje de Reino Unido

Lo que intentaremos ofrecerte aquí es una suerte de guía para que puedas planificar tu itinerario por el Reino Unido y recorrer lo máximo posible en un plazo de dos semanas. Por lo pronto debes tener en cuenta que para conducir un coche o una motocicleta aquí tienes que tener 17 años como mínimo, y también que si no tienes coche eso no representa un gran obstáculo, porque en la mayoría de las ciudades tendrás disponible el servicio de alquiler de vehículos. Por otra parte, si deseas viajar en transportes públicos, el país cuenta con una muy buena red de ferrocarriles y estaciones tanto en ciudades como en pequeños pueblos. Otra opción es el autobús, que tiene precios más económicos, aunque también tarda más en completar las distancias.

Londres

Los primeros 3 días deberías dedicarlos por completo a conocer la bella capital inglesa, que tiene numerosas atracciones para todos los gustos. El primer día podrías comenzar por ver el fantástico Museo Británico de Londres, donde se encuentra alojada una de las más importantes colecciones de antigüedades del mundo, con materiales etnográficos y arqueológicos de la Edad Media, cerámicas orientales, manuscritos, dibujos de artistas como Rembrandt o Miguel Ángel entre otras joyas. Si aún tienes algo de tiempo y energía por la noche, podrías dirigirte a la zona del Soho y el Covent Garden, donde hallarás algunas discotecas y bares muy agradables. El segundo día te aconsejamos visitar la famosa Abadía de Westminster, edificada por los benedictinos en el siglo XI con estilo predominantemente gótico y lugar donde fueron coronados casi todos los monarcas ingleses, además de que alberga los restos de muchos reyes como Enrique III o Ricardo II. Echa un vistazo a los apartamentos que ofrece Wuking para pasar una buena estancia durante esos días.

Abadía de Westminster

Por allí se ubica el gran Palacio de Buckingham, actualmente la residencia administrativa de la reina, y que desde 1837 fue residencia oficial de todos los reyes de la corona británica. Allí se celebran ceremonias reales y hay una increíble colección de arte, una de las más grandes del mundo. Y cerquita tienes el Palacio de Westminster, la sede de las dos cámaras del Parlamento del Reino Unido que cuenta con más de 2 mil habitaciones. Está situado a orillas del Támesis y durante la época medieval fue utilizado como residencia real. Su emblema es la muy conocida Torre del Reloj o Big Ben, que contiene 5 campanas que repican cada hora. Para tu último día de estadía en la capital inglesa, si deseas conocer  un poco más a fondo su historia puedes visitar el Museo de Londres, que conserva más de 2 millones de objetos  desde la prehistoria hasta el siglo XVIII, o pasear un poco por el London Bridge.

Big ben

Canterbury

El cuarto día de tu viaje una alternativa interesante puede ser irte hacia la mítica ciudad de Canterbury, donde se concentran habitualmente numerosas peregrinaciones, y de hecho allí se encuentra el arzobispado de Canterbury que es el líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, por lo cual es el centro religioso inglés más importante. Una de las obras fundamentales de la literatura británica, Los cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer contiene una serie de relatos que reflejan el espíritu de este lugar.

Catedral de Canterbury

Stratford-upon-Avon

Y si te interesa justamente todo lo referido al mundo de las letras, al día siguiente te hallarás muy cómodo en la ciudad de Stratford-upon-Avon, pequeño poblado al sur de Birmingham, cuyo principal atractivo turístico reside en ser el sitio donde llegó al mundo el célebre escritor y dramaturgo William Shakespeare. Su casa natal es una visita casi obligada si estás de paso por el pueblo, y también puedes ir a la casa de su hija Susana, el hogar donde falleció, y la iglesia donde fue bautizado y enterrado, Holy Trinity Church of Stratford-upon-Avon.

Casa de Sahkespeare

Birmingham

Para el sexto día del recorrido, un destino realmente imperdible es la ciudad de Birmingham, segunda en importancia junto con Manchester dentro del Reino Unido, fama que ganó, especialmente, durante la Revolución Industrial, cuando se le otorgó el mote de “la fábrica del mundo”. Por otro lado podría considerarse como la cuna del heavy metal, ya que allí se formaron originalmente bandas de la talla de Black Sabbath y Judas Priest, dos grandes referentes de ese género musical. Es una ciudad con gran actividad cultural, y entre otros espectáculos puedes disfrutar aquí de obras de teatro, ballet, ópera y conciertos de gran nivel internacional, y también irte de compras o cenar en excelentes restaurantes ubicados en la céntrica Broad Street, la avenida principal. Si quieres pasar la noche en la ciudad antes de poner rumbo al siguiente destino podrías alojarte en el apartamento Qube, está muy bien preparado, cerca de la estación de tren y del museo de arte.

Birmingham

Nottingham

Al día siguiente podrías irte hacia la legendaria ciudad de Nottingham, tierra del mítico Robin Hood y también de Lord Byron, por lo cual todo parece impregnado de un aire de cuento y leyenda. Puedes ver el imponente Castillo de Nottingham, mansión ducal que hoy día funciona como centro de exposiciones y además alberga un museo y una galería de arte moderno. Es asombrosa la riqueza arquitectónica de la ciudad, que remite a la época medieval, y convive con la enorme cantidad de almacenes y centros comerciales donde se pueden adquirir algunas prendas de la más alta calidad, así como arte y mobiliario.

Castillo de Nottingham

Liverpool y Manchester

Llegando a la mitad del itinerario, aparece la tradicional ciudad de Liverpool, dentro del condado de Merseyside en el noroeste inglés. Más allá de ser conocida por razones obvias como  el lugar donde nació el legendario grupo The Beatles, tiene algunos sitios históricos más que interesantes, como el Royal Liver Building que posee dos estatuas de los livebirds, el emblema de la ciudad, el Palacio de la Bolsa, la Casa del Ayuntamiento o la Catedral anglicana. Desde allí te conviene seguir viaje hacia Manchester, la ciudad más influyente en la época de la Revolución Industrial , y que en la actualidad se ha transformado profundamente para adaptarse a los requerimientos del mundo moderno. Sin embargo, los rastros de ese pasado se pueden observar por ejemplo en el Museo de la  Industria y las Ciencias, mientras hoy día la ciudad cuenta con una amplia oferta de esparcimiento para todos los gustos, como el área gay en Canal Street.

Royal Liver Biuldingj Liverpool

Escocia

Los siguientes 2 días te recomendamos alejarte un poco de Inglaterra y emprender la travesía hacia el vecino territorio de Escocia, donde encontrarás tanto o más para ver que en tierras británicas. Podrías empezar por la capital, Glasgow, ciudad más importante en tamaño de este país situada a orillas del Río Clyde y que fuera la segunda capital del Imperio Británico durante la época victoriana y punto de comercio de transatlánticos en la Revolución Industrial. Hoy día es una metrópoli  floreciente, que cuenta por ejemplo con una Catedral y una Universidad reconocidas mundialmente, y con sitios de interés artístico como el Museo Kelvingrove, la Gallery of Modern Art o la Burrell Collection, que le han valido ser nombrada Capital Europea de la Cultura en 1990. Pero eso no es todo: además en Glasgow tendrás variadas opciones para aprovechar tu ocio, como puede ser el curling, la ópera, el ballet y el fútbol, o presenciar magníficas obras de teatro en el King’s Theatre, el Theatre Royal o el Citizens Theatre.

Universidad de Galsgow

Otra ciudad escocesa que amerita una estadía de al menos un par de jornadas es Edimburgo, circundada por colinas de origen volcánico. Durante la segunda mital del siglo XVIII fue un destacado centro educativo y cultural, y posee algunos de los más bellos paisajes de toda la región, además de numerosos bares y pubs para garantizar la diversión nocturna. Uno de los lugares que no deberías dejar de ver en tu visita a esta urbe es el Castillo de Edimburgo, edificado en el año 1000 y que en un principio oficiaba como residencia real, luego fue invadido por los ingleses, posteriormente demolido y reconstruido a mediados del siglo XIV. Allí dentro encontrarás la Capilla de Santa Margarita, el Memorial Nacional de la Guerra de Escocia y otros objetos de enorme valor histórico, y lo bueno es que este castillo puede ser visto desde distintos puntos, porque está ubicado a gran altura. Antes de ver los últimos rincones de Escocia deberías descansar en un apartamento como Dario Apartment, en especial si vas con un grupo de amigos ya que tiene capacidad para seis personas, se encuentra bastante céntrico y dispone de lavadora e internet.

Castillo de Edimburgo

Otros puntos de gran atracción turística son Royal Mile, columna vertebral de la ciudad vieja, era el recorrido por el que el rey iba del Palacio al Castillo, Calton Hill, una colina que nos permite tener una inigualable vista de Edimburgo y la Catedral de St. Giles, única iglesia medieval de la zona. Si eres amante del arte, no dejes de ir al Museo Nacional de Escocia, que alberga más de 10 mil objetos relativos a la historia del país, a la Galería Nacional de Escocia, hermoso edificio neoclásico donde se exponen obras de épocas tan disímiles como el Renacimiento o el Postimpresionismo, y al Museo de Edimburgo, cuyas muestras arqueológicas te permitirán conocer mejor la historia de esta increíble ciudad.

National Gallery Escocia

Para los dos últimos días de la aventura te conviene reservarte las espléndidas Highlands de Escocia, seguramente el costado más silvestre del Reino Unido, una zona muy montañosa y de una indescriptible belleza. Aquí te sentirás realmente en medio de un cuento de hadas, con lagos y valles donde se erigen imponentes castillos medievales desde los que puedes visualizar el Lago Ness, entre otros sitios. Toda el área está dotada de un cierto aire misterioso, reforzado por la escasa cantidad de población, e influido fuertemente por la cultura celta y, de hecho, el gaélico es la lengua madre y las principales actividades son las vinculadas a la agricultura y la ganadería.

Highlands Escocia