Alquiler de apartamentos en Tallin

Uno de los destinos más recomendados para aquellos turistas que quieren viajar a la zona noreste del continente europeo es Estonia, en concreto la capital, Tallín. Se encuentra en las orillas del Golfo de Finlandia y por lo tanto está a tan sólo 80 kilómetros de la capital de este país vecino, Helsinki. Al sur está flaqueado por el país de Letonia y en la zona este con Rusia, por lo tanto, está a unos 300 kilómetros respectivamente de Riga y de San Petersburgo. Tallín es la ciudad más poblada del territorio de Estonia y sin duda la que más visitantes recibe.

Antiguamente era uno de los puertos más importantes entre Europa y Rusia, y hoy en día es uno de los principales atractivos para visitar en la capital. Cuenta con una variedad de comercios de hostelería donde degustar los productos más destacados de la gastronomía del país. Se pueden encontrar alojamientos en los numerosos apartamentos que hay en pleno corazón de la ciudad, en las zonas mejor comunicadas o junto a los puntos de interés destacados.

No debes perderte…

  • Plaza del Ayuntamiento. Uno de los lugares más céntricos y más visitados de la capital de Estonia es la Plaza del Ayuntamiento, rodeado de pintorescas casas de colores. Durante los meses estivales, las terrazas de los comercios de los alrededores la convierten en una de las zonas más animadas de Tallín. El Ayuntamiento es el edificio que más destaca sobre la plaza ya que además es una de las construcciones más antiguas de la capital, ya que data de principios del siglo XV. Se puede acceder a lo alto del Ayuntamiento pagando una entrada de 3 euros para tener unas espectaculares vistas.

  • Mirador Patkuli. Pero si queremos seguir disfrutando de la ciudad de Tallín desde las alturas, os recomendamos otro mirador que no podéis dejar de visitar: el de Patkuli. Se encuentra en el barrio del Castillo, en el Toompea, desde donde se tienen unas espectaculares vistas de la ciudad donde los colores y el ambiente medieval se mezclan para ofrecer una estampa única a los turistas.

  • Catedral de Alexander Nevski. Como si se tratara de alguno de los templos religiosos de las ciudades de Moscú o San Petersburgo, la catedral ortodoxa de Alexander Nevski recuerda a los monumentos rusos. Y es que como Estonia formaba parte del Imperio Ruso, cuenta hoy en día con algunos edificios ambientados al más puro estilo del país vecino. Es la joya principal del patrimonio del barrio de Toompea y está levantado frente al Parlamento del país.

Viaje al pasado

  • Puerta Viru. La antigua ciudad medieval de Tallín estaba completamente fortificada para evitar los posibles ataques procedentes del mar. El casco antiguo hoy en día es una de las zonas donde encontrar más restos de aquella época y destaca la Puerta Viru como una de las joyas del patrimonio. Se trata de dos torreones, con ornamenta cónica, y construidos en el siglo XIV. De allí parte la Calle Viru, una de las arterias principales de la capital donde se concentran gran parte de los restaurantes y tiendas que dan vida a la ciudad.

  • Pasaje de Santa Catalina. Para retroceder en el tiempo y sentirnos como auténticos visitantes del Medievo, nada mejor que recorrer el Pasaje de Santa Catalina. Se trata de una cuidada calle empedrada situada junto a los muros abovedados de un antiguo monasterio. Una de las zonas más recomendadas para ‘perderse’ en Tallín y alejarse de la multitud de otros barrios más céntricos.