Orientarse en Nueva York

Nueva York es una ciudad tan grande y apasionante que al llegar, la emoción de estar allí y la posibilidad factible de visitar lugares soñados puede hacernos perder la noción del espacio y nuestra capacidad de orientación.

Hay excepciones, por supuesto, porque en gran parte de Manhattan no hay casi posibilidad de error gracias al trazado de las calles y avenidas, ordenadas de manera numérica -aunque hay avenidas que combinan ese número con nombres fáciles de recordar como Madison o Columbus- metódica y racional (algo que se agradece) al norte de la calle 14 -que corresponde al Bajo Manhattan- una zona que se construyó antes que el resto de este barrio y no sigue su sistema numeral. Un dato útil, las calles de este área van de este a oeste, las avenidas de norte a sur.

Sin embargo en otros barrios de Nueva York, como puede ser Brooklyn, Queens, o el Bronx, puede que te resulten útiles algunos consejos para no perderte tú, ni perder ese tiempo valioso del que dispones dando vueltas.

Un truco que muchas personas llevan a la práctica es el de fotografiar el mapa de la estación de metro en la que bajan y tener a mano esta foto tan útil para ir y venir por la zona, sobre todo en barrios que no tengan una organización cuadriculada -por cierto, si tienes un mapa convencional, busca uno que indique las paradas de metro-. Una vez fuera de la estación, puedes tomar como punto de referencia alguno de los edificios más emblemáticos y altos de la ciudad como guía, así que el Empire State Building (en la calle 34) o el edificio Chrysler (calle 42), o el que elijas, pueden ser tu faro.

Si quieres ir a Broadway (algo muy lógico y habitual), ten en mente que esta avenida no sigue ningún esquema, sino que atraviesa Manhattan en diagonal ya desde los orígenes de la ciudad.

Pero si tu aventura incluye todos los barrios de la gran ciudad, no te líes, coge el mapa en una mano y la cámara/móvil en la otra, porque son los mejores aliados de la orientación, y los trucos se pueden quedar cortos.