Gastronomía de Francia

El país galo, con sus bellos ríos, sus imponentes monumentos y sus fabulosas playas, es uno de los destinos soñados por cualquier turista en plan de vacaciones. Las luces de París, la historia de las antiguas civilizaciones que poblaron el mundo, las muestras del mejor arte europeo y mundial, son sólo algunas de las principales motivaciones para visitar este país tan especial. Pero hay otra que tiene tanta o más trascendencia que las anteriores: su exquisita y refinada  gastronomía, que sin lugar a dudas ocupa los primeros planos en la materia a nivel internacional.

Platos y bebida típicos de la gastronomía de Francia

Tan destacada es la gastronomía francesa, que en 2010 la UNESCO decidió incluirla dentro del Patrimonio Mundial de la Humanidad, algo único en la historia de esta institución. Las razones esgrimidas para tan peculiar selección están directamente vinculadas a las características singulares que distinguen a esta cocina de otras: la utilización de productos de calidad, generalmente de origen local, y su virtuosa combinación; la cuidada elección de los platos, respetando siempre la diversidad regional y de los terruños; la precisa combinación entre platos y vinos; la estética y la decoración de la mesa, y las conversaciones.

Este último punto no es menor, ya que refleja fielmente el espíritu social que tiene la comida para los franceses. Para ellos, el sentarse a la mesa no implica únicamente el hecho puntual de satisfacer una necesidad fisiológica, sino que, por el contrario, es considerado como una ceremonia, un ritual que siempre comienza con un aperitivo y finaliza con un digestivo, mientras que en el medio se suceden al menos cuatro platos: una entrada, pescado y/o carne, queso  y un postre, y por supuesto el infaltable pan y el vino para acompañar cada plato. Cada circunstancia de la vida que amerite una celebración, es la ocasión perfecta para una buena comida, y por lo tanto para la reunión, ya sea familiar, entre amigos o laboral.

La variedad de los componentes de acuerdo con la región del país es algo fundamental y que se debe respetar en cada preparación. Por ejemplo, en la cocina del noroeste usa mantequilla, creme fraiche y manzanas a la hora de elaborar los platos; en cambio el sureste posee una influencia más fuerte de la cocina italiana, por lo cual cada plato se acompaña con aceitunas, finas hierbas y tomates. En el norte, influido por los belgas, priman la patata, la carne de cerdo, las judías y la cerveza, y en el este, donde se ve mayormente la impronta alemana, son muy frecuentes el tocino, las salchichas, y la cerveza. Y a nivel general, los productos obtenidos de la agricultura tienen un rol preponderante en la cocina francesa, como ser el queso, el vino o la carne.

En todas las comidas se respeta ese orden del que hablábamos líneas más arriba, si bien el contenido puede variar de acuerdo con la región del país en la que nos encontremos: primero se sirven los apéritifs, que suelen consistir en vino oporto o licor de alguna fruta, junto con un bocado o canapé, frutos secos o aceitunas; luego sigue el entreé o hors d’oeuvre, un primer plato bastante liviano, comparable con el antipasto italiano, que puede ser una ensalada  o sopa. Más tarde continuamos con el plat principal o plat de résistance, donde aparecen las carnes, ya sea vacuna o de pescado, con una guarnición de arroz, pasta o legumbres. A renglón seguido es el momento de la degustación de quesos o fromage, siempre con una buena copa de vino para alivianar la digestión, y finalizamos con el postre o dessert, donde sobresalen los preparados en base a frutas y yogurt. Y por supuesto es menester en algún momento ir a una panadería  y probar las famosas baguettes, pain ou chocolate y las croissants.

Canapés franceses

Algo que se debe tener en cuenta a la hora de elegir un sitio para ir a comer en Francia es que existe una suerte de clasificación de los establecimientos gastronómicos dependiendo de la hora del día. El restaurante no difiere demasiado de las características que puede tener en cualquier otra parte del mundo, mientras que el bistrot o bistró es un sitio en el que los menúes se suelen dictar en forma oral o se escriben diariamente en una pizarra que se exhibe en la vereda del local. Por su parte el bistrot à vin tiene la fisonomía de una clásica taberna, pero con el tiempo ha ido mutando hacia la forma de una vinoteca. Otra clase de local es el brasserie, que es eminentemente un sitio de expendio de bebidas, pero que ofrece también algunos platos como acompañamiento.  Uno de los más populares es sin duda el café, donde se sirven todo tipo de variedades de esta infusión y también distintas bebidas alcohólicas. Luego tenemos los salones de thé, que vende bebidas calientes,  el bar en el que se preparan bebidas alcohólicas más elaboradas como cócteles, licores y demás; el bouchon, que ofrece platos típicos sin llegar a ser haute cuisine, y por último el estaminet, un lugar en el que se solían reunir las clases trabajadoras y hoy día es una atracción turística.

La importancia que tiene la gastronomía en Francia se ve reflejada en los eventos que se realizan año tras año relacionados directamente con lo culinario. En febrero por caso se celebra el Salón Internacional de la Agricultura, en donde se brindan actividades, demostraciones de cocina en Alsacia, se descubren los secretos del queso de Auvernia, se prueba el vino de Burdeos entre otras cosas. En marzo es el turno del Festival de Comida Omnívoro en París, durante tres días en los que los chefs, pasteleros y artesanos de todo el globo muestran sus  habilidades, y luego se organizan cenas en varios restaurantes parisinos. La capital también es sede en mayo de la Feria de París, donde tienes la oportunidad de probar todos los productos y servicios cotidianos, asistir a talleres de cocina y concursos de vino. Para este época no dudes en consultar cualquiera de los alquileres en apartamentos de París para disponer de un alojamiento que te ayudará a disfrutar de estos eventos gastronómicos tan importantes a nivel internacional.

Un més más tarde se celebra el Burdeos festeja el Vino, cada dos años cuando llega el verano. Allí los amantes de esta bebida están de parabienes con degustaciones, talleres, conciertos y más. Recuerda que puedes contar con los apartamentos de Burdeos para descubrir toda la cultura vinícola de la zona, accediendo a tours por las propias bodegas que elaboran este vino tan popular en todo el mundo.

Viñedos del vino de Burdeos

Entre los meses de julio y septiembre, se lleva a cabo el festival Qui cuisine la cuisine, en el que se cruzan productores y chefs para ir de compras y almorzar en un entorno natural. La Fiesta de la Gastronomía tiene lugar en septiembre, y allí se efectúan banquetes, catas de vino, clases de cocina y visitas a sitios de renombre. También en este mes está Tous au Restaurant, que permite durante una semana entera conocer los mejores restaurantes franceses a precios módicos, y el evento Etoiles de Mougins, festival con sede en el pueblo del mismo nombre en el que los chefs más importantes realizan recetas en vivo y dictan talleres culinarios, además de haber concursos para aficionados. Por su parte en octubre es tradición la Fiesta de la Vendimia en el mágico distrito parisino del Montmartre, allí hay degustaciones, animaciones, conciertos y otros festejos. Y por último en noviembre es el momento del Salón del Chocolate, que congrega en París a casi 200 chocolateros europeos e internacionales para que el público pueda conocer sus exquisiteces y obtener los productos a menor precio.

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