Consejos para recorrer Francia por carretera
Francia es un país realmente encantador, y eso no es ninguna novedad. Los mágicos ríos que surcan su territorio, los maravillosos paisajes naturales del interior, los majestuosos monumentos y edificios históricos que dan cuenta de un pasado lleno de historia, sus fantásticas playas y su refinada gastronomía son algunos de los motivos que la convierten en un destino casi obligado para el turista que está de paseo por Europa.
Si uno piensa en cuál sería la mejor forma de recorrer este bello país y no perderse ninguno de sus encantos, claramente la opción más recomendable es hacerlo a través de las diferentes rutas que lo atraviesan, y que se extienden por casi 10.000 kilómetros a lo largo y ancho del territorio, ya que el estado general de las carreteras es realmente espectacular, y la red es una de las más completas del mundo. Es decir que uno puede pasar de un sitio a otro sin demorar mucho tiempo, y eso le permite conocer más a fondo cada rincón y apreciar con mayor profundidad la belleza sin igual de esta nación.
Una de las opciones de medio de transporte puede ser la bicicleta, dado que en el país existen cada vez más senderos y carriles habilitados para moverse en este vehículo, tanto en zonas urbanas como rurales. Por supuesto que se deben tomar las precauciones del caso, como chequear que los frenos funcionen correctamente, que tenga el timbre, el reflector rojo en la parte posterior y otros amarillos en los pedales. Si estás circulando en horario nocturno, deberás encender un faro delantero blanco y uno posterior rojo, y tienes permiso para llevar un remolque especial para niños. Por otra parte, si un automóvil te adelanta, siempre tienes que mantener la fila india. Hoy día la mayoría de las ciudades tienen por lo menos una tienda de alquiler de bicicletas o algún complejo deportivo que renta las de montaña o VTT y también las que son de uso urbano.
Otra alternativa es moverse con un coche, ya sea el tuyo propio o alguno que alquiles en una agencia. Para ello deberás ser mayor de 21 años, acreditar al menos un año de antigüedad en tu permiso de conducir y poseer una tarjeta de crédito a tu nombre. Y si eres menor de 25 años tendrás que abonar un sobrecargo de entre 25 y 35 euros por día. No todas las compañías ofrecen la cobertura del seguro ante todo riesgo, esto es importante tenerlo en cuenta al momento de efectuar la transacción. La franquicia oscila entre los 600 euros por daños y 800 por robo, dependiendo de cada compañía. Por otra parte, debes saber que la mayor parte de los coches que se alquilan no tienen cambio automático.
Asimismo, es menester considerar que si bien tener tu propio coche te brindará una total libertad de movimientos por los distintos caminos, el costo para hacerlo es realmente abultado, tanto por el elevado precio del combustible como por las onerosas tarifas de los peajes. Además, cuando arribes a una ciudad o pueblo y quieras estacionar, no será tarea para nada sencilla, en especial durante las épocas de vacaciones y los fines de semana largos. En cuanto a las normas de circulación, debes saber que cada vez son más comunes las cámaras, los radares, los vehículos de policía camuflados y las pruebas de drogas y de alcoholemia (el límite permitido de alcohol en sangre es . Las multas más graves pueden implicar la retención de tu permiso de conducir, y también del coche. Los papeles que no te pueden faltar de ninguna manera al momento de sentarte en tu coche son: pasaporte o documento de identidad comunitario, permiso de conducir válido, documentación de propiedad del rodado, y acreditación del seguro a terceros.
Por otro lado existen diferencias con respecto a los límites de velocidad dependiendo de la zona en que te encuentres. Si vas por fuera de las áreas urbanas, en las carreteras N y D sin dividir el máximo es de 90 kilómetros por hora (80 con lluvia); en carreteras divididas es de 110 kilómetros por hora (100 con lluvia), y en autoroutes puede llegar hasta los 130 km/h (110 con lluvia y 100 con hielo). Estas últimas son carreteras de varios carriles, que por lo general tienen peajes, y numerosas áreas de servicio. Las rutas N son las nacionales, y las D las departamentales. Otro punto a cuidar es el de la seguridad, especialmente en la zona sur, donde los robos son muy frecuentes.
Hay otras cuestiones que es necesario prever de antemano si no quieres tener problemas mientras transitas por las rutas francesas: todos los pasajeros, sin excepción, deben utilizar el cinturón de seguridad; los teléfonos móviles pueden usarse únicamente si poseen un dispositivo de manos libres o altavoz; girar a la derecha cuando el semáforo está en rojo está prohibido, lo mismo que portar detectores de radares. Si viajas con niños, los menores de 10 años no están habilitados para sentarse en el asiento delantero, y los que pesen menos de 13 kilos deberán viajar en una silla mirando hacia atrás. Además, es obligatorio llevar un chaleco de seguridad de alta visibilidad y un triángulo reflectante dentro del vehículo, ya que las multas por incumplir esta norma van de los 90 a los 135 euros. Y si conduces en rutas nevadas se requieren cadenas si los paneles así lo indican.
Otra posibilidad es trasladarte por las rutas en el autobús, que se usa frecuentemente para los viajes cortos dentro del mismo departamento. Sin embargo, no es del todo conveniente, ya que en muchas regiones los servicios no son de la mejor calidad, y no poseen muy buena frecuencia, al no estar preparados para el transporte de turistas. La motocicleta aparece como una opción bastante ventajosa , porque las carreteras son sinuosas, están en muy buenas condiciones y los paisajes que aparecerán ante ti son realmente deslumbrantes. Claro que por las dudas siempre debes tener preparado tu equipo de lluvia.
Alojarte durante tu viaje por carretera
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